Descripción
<p>A menos de 100 días para la elección más grande en la historia de México la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) hizo oficial que tanto el aspirante Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, como el también aspirante Armando Ríos Piter estarán fuera de la boleta electoral el próximo primero de julio; dejando así a Margarita Zavala como la única aspirante que consiguió las firmas necesarias para lograr la candidatura presidencial como independiente.</p><p> <br />Y ya que estamos en época electoral y el debate sobre la meritocracia aparece en los discursos políticos, es tiempo también de releer a Leo Strauss para reflexionar, desde el plano normativo, cuál es el valor intrínseco de las candidaturas independientes, pues haciendo un análisis descriptivo de lo sucedido en las precampañas parece ser que poco a poco se fueron descarrilando de su principal virtud y diferencia frente a los candidatos partidistas, su autonomía.</p><p> <br />Una vez hecho este ejercicio parece irrefutable que la única aspirante independiente a la candidatura presidencial que hizo valer esta virtud no devino de una ex-militante panista, sino que apareció desde abajo y a la izquierda luchando por los ideales de justicia, libertad y democracia. </p><p> <br />Esta aspirante despertó para otorgarle una voz y un rostro a los problemas que la población menos representada del país acarrea desde hace siglos. Llegó para ser vocera del Congreso Nacional Indígena y se quedó plasmada en la historia de nuestra política mexicana contemporánea respaldada por el 92% de sus firmas validadas (el porcentaje más alto de firmas validadas para un aspirante independiente); hablo de María de Jesús Patricio, mejor conocida como Marichuy.</p><p> <br />Largo, peligroso y ajetreado fue el viaje que emprendió Marichuy recorriendo en caravana los pueblos originarios de México, con tan sólo 860 pesos al día, pero con miles de corazones jóvenes detrás de ella. Sin embargo, comprometida con la crítica al status quo, la visibilidad de los problemas de género y la lucha aún sin terminar entre la autonomía de los pueblos originarios de México y el Estado fue como la vocera del CNI le otorgó a los jóvenes mexicanos la esperanza de que una nueva forma de hacer política sí es posible. </p><p> <br />Así que gracias Marichuy, ya que por personas como tú es por quien se está empezando a hablar de cosas imposibles, porque de lo posible se ha dicho demasiado.</p><p style="text-align: right;">*Centro de Estudios Alonso Lujambio, ITAM</p>
